Parecía que su destino estaba en Turquía, a través de un puente de billetes y rodeado de comodidades. Sin embargo, la balanza terminó inclinándose por la cercanía, quizás alimentada por el sueño de volver a jugar un Mundial, esta vez en casa. Tras los coqueteos con el Besiktas, finalmente Ronaldinho renovó su contrato con el Atlético Mineiro.
"Los aficionados (del Atlético Mineiro) son pesados pero él (Ronaldinho) está enamorado de ellos. Renovó", anunció el presidente del club de Belo Horizonte, Alexandre Kalil, a través de su cuenta de Twitter, sin dar detalles sobre la extensión ni el monto del contrato.
De esta manera, el crack optó por permanecer en el club con el que el año pasado ganó la Copa Libertadores (la primera en la historia delGalo) y el Campeonato Mineiro, y declinó no solo la chance de regresar al viejo continente, donde jugó en Paris Saint-Germain, Barcelona y Milan, sino también beneficios de superestrella.
Durante la negociación con el Besiktas, Ronaldinho había exigido un contrato de dos años y un salario de seis millones de euros por temporada, además de una serie de bonus: 500 mil euros en caso de que el club turco se consagrara campeón de la liga local, un millón por clasificar a la Europa League y dos millones en caso de acceder a la Liga de Campeones.
También había solicitado un auto con chofer permanente, personal de servicio en su residencia, un teléfono móvil y un celular, todo a cargo del Besiktas, además de tener la libertad para negociar su propia publicidad personal y un porcentaje en la venta de camisetas que llevaran su nombre.
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