Brazil vs Perú 3-1 - Highlight & Goals (07/07/2019) HD
Hubo suspenso, hubo polémica,
hubo tensión, pero Brasil espantó todos los fantasmas: ¡venció 3-1 a Perú en la
final y es nueve veces campeón de la Copa América!
El mejor equipo del torneo
celebró gracias a la precisión y la contundencia que mostró en todo el torneo y
justamente se coronó frente a su gente en el mítico estadio Maracaná. La figura
de Gabriel Jesus, que fue expulsado, emergió justo a tiempo y el liderazgo de
Dani Alves de nuevo hizo diferencia para que el título se quedara en casa.
Partía el juego con un tiro
libre de Cueva que dejó pasar Alisson Becker y era un anuncio de lo que pasaría
en los primeros minutos: Perú dominaba el juego, imponía su ritmo, ganaba los
duelos individuales y apenas le faltaban un par de caminos para entrar con más
confianza al área rival.
Pero solo 15 minutos duró esa
resistencia: un gran pase soltó Dani Alves –SIEMPRE el más veterano poniendo
orden- en dirección a Gabriel Jesus, centro preciso al costado opuesto y
Advíncula descuidó la llegada de Everton, perdió la referencia y el goleador
parcial de la Copa América puso a celebrar al Maracaná por el 1-0. Brasil, a lo
Brasil en todo el torneo: ‘confíate que me dominas, que en un pestañeo te
castigo’.
Perú intentaba no perder la
cabeza en medio de un estadio que rugía por el ganador, pero se amontonaba en
el medio y abría huecos en los costados, lo que advertía a los gritos el
desesperado técnico Gareca.
Y por ahí llegó el segundo
intento claro de Brasil, un centro de Firmino por la banda izquierda que
Coutinho envió apenas desviado. El propio campeón de Champions superaba a
Trauco por arriba, al minuto 34, pero el cabezazo se iba muy arriba.
Vendría un intento de reacción
de Cueva al 36 y otro de Carrillo al 38 pero no pasó de ahí, hasta el momento
en que la fortuna le sonrió a Perú: una mano en el área de Thiago Silva provocó
un penalti claro, Guerrero –¿quién si no él?- se paraba frente a la pelota,
pero el juez Tobar consultaba el VAR para sumar emoción y entonces sí permitía
el empate 1-1 que devolvía el alma a los fieles peruanos.
Una pena que solo durara
cuatro minutos tanta felicidad pues, en otro pestañeo, volvió a cobrar el
local. Una pérdida tonta en el medio campo provocó Firmino, vino el pase a
Arthur y él, con la cabeza arriba, vio la buena ubicación de Gabriel Jesus para
abrir el pase: el mejor hombre de Brasil en los últimos juegos remató pegado al
palo izquierdo, imposible para Gallese. 2-1. Paz al espíritu brasileño a los 48
minutos, justo en el momento indicado.
El complemento era la
repetición de la película inicial, con mucho ímpetu peruano y toda la precisión
brasileña: perdonó Coutinho al minuto 50 y luego al 53 –en un admirable
carrerón- y luego Firmino, al 58, de cabeza. Era cuestión de tiempo el tercer
gol amarillo en el Maracaná…
Pero gastaba lo que le quedaba
el equipo de Gareca, con más ganas de Tapia –el motor- que otra cosa, hasta el
momento del desequilibrio: la injusta expulsión de Gabriel Jesus por doble
amarilla al minuto 70 abrió el camino para luchar con la vida por el empate. Al
73 Trauco lo intentó y al 74 se le fue apenas desviado el gol del empate a
Flores.
A puro corazón se entregaban
ambos equipos, hasta que al minuto 86, entró al área Everton, Zambrano salió a
cerrarlo y en la fuerza entre ambos cayó en el área el brasileño: Tobar pitó
penalti, la revisó en el VAR y Richarlison bajó la persiana de una final
disputada, mucho más que en el 5-0 de la primera ronda, pero favorable al
equipo que mejor hizo las cosas en la cancha del maracaná y en el torneo.
Brasil celebró ante su gente,
gritó campeón por novena vez en su historia y aunque Argentina (14) y Uruguay
siguen lejos (15) en número de títulos continentales, la dicha de hacer la
fiesta en su casa no la arruina nada.
Por : Santiago Valencia Diaz.
Imagen : Juanfutbol.com
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