Nacional - Once Caldas : Nacional vs Once Caldas: resumen y goles del partido 2-1 Copa Águila - 2018
Daniel Bocanegra hizo el gol definitivo para derrotar 2-1 a Once Caldas.
No le iban a sacar una tercera final en su casa, de ninguna manera. Al equipo mas ganador de Colombia, el Atlético Nacional de Medellín, no le podía pasar otra vez. Y así como el tiempo de descuento, en la final del semestre pasado, le quitó su estrella 17 de Liga contra el Tolima, este jueves le dio su cuarta Copa Colombia al vencer 2-1 al Once Caldas, en el minuto 91, ganando su título 29 para la vitrina y confirmando su estatus, como lo reza una de sus banderas en la tribuna oriental del Atanasio: “Yo soy el más veces campeón”.
Ese rótulo que por años y años fue de Millonarios –equipo que también le arrebató al verde, en febrero, el título de la Superliga– ahora cada vez es más antioqueño, más paisa, es de la provincia que hoy celebra una vuelta más.
Y el artífice es un hombre de Purificación, Tolima, la tierra del verdugo del pasado, pero un jugador hecho leyenda a pulso en Medellín: Daniel Bocanegra. Un toque sutil por encima de la barrera fue suficiente para que el balón ingresara en el arco norte, al minuto 91, y el lateral sellara su décimo título con la camiseta de Nacional.
El grito de gol se escuchó en toda Antioquia y en gran parte de Colombia, porque Nacional también es el equipo de todo el pueblo, no solo de su departamento. Y eso se puede evidenciar en la altura de sus referentes. El capitán Alexis Henríquez (que ahora es el jugador más veces campeón de Nacional, junto con Franco Armani), nacido en Santa Marta, le dio la cinta a otro grande, Aldo Leao Ramírez, para que fuera su paisano quien levantara el título.
El grito de gol se escuchó en toda Antioquia y en gran parte de Colombia, porque Nacional también es el equipo de todo el pueblo, no solo de su departamento. Y eso se puede evidenciar en la altura de sus referentes. El capitán Alexis Henríquez (que ahora es el jugador más veces campeón de Nacional, junto con Franco Armani), nacido en Santa Marta, le dio la cinta a otro grande, Aldo Leao Ramírez, para que fuera su paisano quien levantara el título.
Y Ramírez lo merecía, sin duda: fue el líder goleador en el partido de ida para empatar 2-2 y ayer fue la calma en la tempestad; cuando Once Caldas empató el partido 1-1, él se puso la 10 y espantó todos los fantasmas de las finales perdidas. Aldo dijo: “Hoy no podemos perder”, trasmitiéndoles a sus compañeros la jerarquía que muchos anhelan pero solo da la experiencia.
Y por eso perdió Once Caldas: le faltaron quilates, los referentes que jamás harían la falta que hizo Ray Vanegas para el gol de Bocanegra, la calma que sí tuvo Vladimir Hernández para esperar el momento justo y meter el primer gol de la noche, en el último minuto del primer tiempo, cuando el Once creyó que ya estaba hecha la primera parte.
Al equipo de Luis Fernando Montoya, el Once que salió campeón de la Copa Libertadores en 2004, no le hubiera pasado eso. El profe, que estuvo presente ayer en Medellín para la final, tal vez fue uno de los que más sufrió con un equipo que no tuvo la calma para asimilar que le había empatado al grande, y se achicó, le quemó el balón en los pies al final, firmando una noche para el olvido.
El técnico que sí no va a olvidar la noche de ayer es Hernán Darío Herrera. Al entrenador le llegó la oportunidad de dirigir al más ganador, pero sin una centímetro para calzar esos zapatos. Al final, poco importará porque al ver el historial de su vida saldrá que fue campeón con Atlético Nacional.
Y por eso perdió Once Caldas: le faltaron quilates, los referentes que jamás harían la falta que hizo Ray Vanegas para el gol de Bocanegra, la calma que sí tuvo Vladimir Hernández para esperar el momento justo y meter el primer gol de la noche, en el último minuto del primer tiempo, cuando el Once creyó que ya estaba hecha la primera parte.
Al equipo de Luis Fernando Montoya, el Once que salió campeón de la Copa Libertadores en 2004, no le hubiera pasado eso. El profe, que estuvo presente ayer en Medellín para la final, tal vez fue uno de los que más sufrió con un equipo que no tuvo la calma para asimilar que le había empatado al grande, y se achicó, le quemó el balón en los pies al final, firmando una noche para el olvido.
El técnico que sí no va a olvidar la noche de ayer es Hernán Darío Herrera. Al entrenador le llegó la oportunidad de dirigir al más ganador, pero sin una centímetro para calzar esos zapatos. Al final, poco importará porque al ver el historial de su vida saldrá que fue campeón con Atlético Nacional.
Por: Santiago Valencia Diaz
Imagen : Sport.com
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