PENALES : NACIONAL 4 JUNIOR 2 PENALES NACIONAL TRICAMPEON TITULO 14 .
Había que llenar la casa. Desde muy temprano, esa estrella 14 se comenzó a tejer en el pecho de los más fervientes hinchas del verde. Optimismo total en la plantilla blanca. El ánimo, por las nubes. Los pies bien puestos sobre la tierra.
La fiesta en el Atanasio arrancó bien temprano. Apenas los equipos pusieron un pie afuera del camerino, el espectáculo corrió por cuenta de la barra apostada en la popular sur. Un recibimiento para un equipo que pretendía su tercer título al hilo. Y eso no es una cifra de poca monta. Mientras, Junior salió cayadito, sin mucho aspaviento. La diferencia mínima conseguida en el Metro los invitaba a tomar las cosas con cautela. Era lo mejor. Pero el sueño de levantar la octava se mantenía intacto.
Esa aroma de título que se paseó por los pasillos del Atanasio comenzó a convertirse en realidad apenas rodó el balón. Los de Osorio no se demoraron ni un instante en perderle el respeto a los de Curramba. Solo 60 segundos le tomó al Verde desbaratar los plantes de Pinillos en el Atanasio. Edwin Cardona mandó un balón al corazón del área y como una ráfaga apareció Alexis Henríquez. Viera y toda la defensa seguían en el camerino.
Si antes del pitazo de Imer Machado había fiesta en las gradas, ese gol de Henríquez disparó los ánimos por todo el Valle de Aburrá. Nacional no le dio respiro al rival. Es que Osorio, esta vez, no se guardó nada. Tiró toda su banda. Edwin Cardona tomó la batuta y Jéfferson Duque y Juan David Valencia se tiraron al ataque.
Duque tuvo el segundo a los 10 minutos, pero se topó de frente con Viera. Y Valencia se inventó una jugadota driblando a uno y otro, que por poco termina en gol. Dos serios avisos para la plantilla juniorista. O despertaba del letargo o se llevaba una gran sorpresa. Y sí que se sacudieron. En la primera llegada con peligro, Toloza silenció el Atanasio. Centro desde un costado de Juan Guillermo Domínguez y Édison se adelantó a la defensa local. Apenas se escucharon unos cuantos gritos de algunos temerarios que se apostaron en uno de los costados de oriental. Suficientes para llegaran hasta Barranquilla.
Ese tanto metió a Junior en el partido. Pero Pinillos no llegó a regalarse a Medellín. Tomó precauciones y se resguardó atrás. Un equipo bien ordenado. Puro trabajo táctico. Toloza se llenó de confianza y por poquito anota el segundo con un derechazo que pasó cerca del palo de Armani. Fue lo último del goleador tiburón. Cuando mejor jugaba se le enterró el tobillo en el césped y entre lágrimas tuvo que abandonar el campo. Una pena.
Antes de irse al descanso, Cardona lo volvió a intentar. Encaró y mandó un busca piernas al área. Nadie le metió la puntica a ese balón.
De infarto
Para la complementaria, Junior dejó que Nacional hiciera todo el desgaste. Le entregó el balón. Jugó con candela. Lo pagaría caro. La visita se defendió con todas las armas. A eso le pusieron corazón y ganas. A Nacional tampoco le faltó pundonor. Lo que pasa es que un hombre clave como Sherman Cardenas llegó al Atanasio de paseo. Si acaso se vio. No fue la figura de otras noches. El protagonismo lo asumió Cardona. El 10 mandaría otro centro al área definitivo...
El tiempo le comenzó a jugar una mala pasada al verde. Y el nerviosismo se apoderó de la tribuna. Para completar, Sebastián Viera se puso el traje de héroe. Sacó cuatro pelotazos con sello de gol. La volada ante un cabezazo de Duque quedó para la foto.
Más de un hincha quedó sin uñas en la tribuna. No era para menos. El reloj llegó a los 90 minutos y Junior ya empezaba a dar la vuelta. Aún no. Había más en esta final. Hasta el arquero Armani se lanzó en esa última jugada del tiro de esquina. Y la defensa del Junior volvió a equivocarse en un balón parado. Cardona la mandó al área y Jhon Valoy apareció solito y le puso la cabeza. Esta vez Viera solo pudo hacerle vista. Todas no podía sacarlas. Delirio total en el Atanasio... y a penaltis.
Que duro es el fútbol. El héroe en los 90 minutos, esta vez erró. Viera falló en su cobro y convirtió en figura a Armani. El argentino luego repitió ante el disparo de Jonhy Vásquez. Ahí se liquidó el pleito.
Nacional dio su tercera vuelta olímpica consecutiva. Osorio le cogió el tiro a la Liga y sigue de largo. Ya está en la historia del verde. Su rostro de incredulidad y alegría en el centro del campo es la recompensa luego de la eliminación en Copa Libertadores. En hora buena.
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